miércoles, 19 de octubre de 2016

Las maldiciones del Birmingham y el Derby County


El fútbol no es ajeno al misterio ni a las maldiciones. Un buen puñado de leyendas negras que han acompañado a equipos, jugadores y entrenadores que envuelven al deporte rey y que cuenta con algunos casos dignos de mención.

Sin lugar a dudas, la leyenda urbana más famosa del planeta fútbol es la de Bela Guttmann y el Benfica, aquel entrenador húngaro que al ser despedido del equipo portugués lanzó una maldición que sentenciaba que, sin él, el Benfica no ganaría un título europeo en 100 años. Y ahí están.


Desde el despido de Bela Guttmann, el Benfica acumula 8 finales continentales mordiendo el polvo. 52 años sin levantar un título europeo
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Mirando hacia Inglaterra y echando la vista atrás, hay que viajar a Birmingham y a Derby para encontrar dos historias tan increíbles como similares. Ambas tienen como telón de fondo una maldición que llegó con una mudanza de estadio. Y ambas tienen como protagonistas a los gitanos. 



LOS GITANOS DE BORDESLEY
 
El Birmingham City se había fundado en 1875 bajo el nombre de Small Heath hasta que adoptó su denominación actual en 1943. En 1877 se inauguró el estadio de Muntz Street, donde el Birmingham pasó a jugar sus partidos como local hasta que alcanzó la categoría de equipo profesional en 1885, siendo uno de los primeros equipos en Inglaterra en convertirse en sociedad anónima limitida con un consejo administrativo interno. 

Fue el presidente Harry Morris quien decidió abandonar el estadio de Muntz Street para mudarse al St. Andrew's Stadium, situado en el barrio de Bordesley, ya en plena efervescencia del equipo y en pugna total con el Aston Villa por llevarse los honores de mejor club de la ciudad. 


La mudanza del estadio del Birmingham conllevó la expulsión de un asentamiento de gitanos que los maldijo. Tardaron 57 años en levantar un trofeo 
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La mudanza, prevista para el año de 1906, suponía el traslado a un campo con un aforo para más de 75.000 personas y también conllevaba expulsar a una familia de gitanos asentados en la zona. Como era de esperar, a los gitanos no les hizo demasiada gracia y el día de la inauguración de la nueva casa del Birmingham -un 27 de diciembre, Boxing Day- dejaron caer una maldición que habría de extenderse durante 100 años.

Arriba, en el centro, Harry Morris, el presidente que decidió el traslado de estadio del Birmingham


¿Qué hay de real en esta maldición? Lo cierto es que el Birmingham no tuvo que esperar 100 años para levantar un título, pero si pasaron 57 hasta que los Blues lograron llevar una copa a sus vitrinas. 

Recapitulemos. Iniciada la Segunda Guerra Mundial, la tribuna del St. Andrew's Stadium se quemó y el terreno de juego sufrió graves desperfectos, hasta que la Asociación de Fútbol ordenó su cierre. Perdieron dos finales de FA Cup (1931 y 1956) y dos finales consecutivas de la antigua Copa de Ferias -predecesora de la hoy denominada Europa League- en 1960 y 1961. Eso sí, en 1963 se dieron el gustazo de vencer a su gran rival, el Aston Villa, en la final de la League Cup por 3 a 1. Después, la decadencia. 
El Birmingham se convirtió en un equipo incapaz de ganar nada y adquirió una sobrada reputación de club ascensor mientras el Villa se consolidaba como el grande de la ciudad hasta redondear sus hazañas con la consecución de la Copa de Europa de 1982. 


Ron Saunders colgaba crucifijos en los postes de luz del estadio, mientras que Barry Fry orinaba en los córners
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¿Cómo terminar con tan terrible maldición? No fue hasta pasados unos años que el club comenzó a sentir como real el mal fario lanzado por los gitanos. Fue entonces cuando muchos, llevados por la creencia de que la marcha negativa del Birmingham se debía a la maldición, probaron a contrarrestarla con diferentes conjuros.

Ron Saunders, técnico del equipo de 1982 a 1986, ordenó que se colgaran crucifijos en todos y cada uno de los postes de luz del estadio. También pintó de rojo las suelas de las botas de sus jugadores.

Barry Fry, que dirigió al Birmingham de 1993 a 1996, orinaba antes de cada encuentro en las cuatro esquinas del campo. Fry agarró al equipo en Tercera División y acabó subiéndolo a Segunda. Como él mismo señalaría, mear en los córners antes de cada partido parecía dar resultado: "Gané los dos primeros partidos cuando asumí el cargo, pero después estuve tres meses sin ganar. En esos momentos crees cualquier cosa así que llamamos a un experto y nos dijo que la única manera de contrarrestar la maldición era orinar en cada esquina. Y me puse manos a la obra. De diez partidos que jugamos después, ganamos siete y empatamos dos".

La maldición vencía exactamente el 27 de diciembre de 2006. Ese día, el Birmingham derrotaba 2 a 1 al Queens Park Rangers en el St. Andrew's en una temporada de ensueño en la Football League que culminaría con el ascenso a la Premier. 
Descendieron en 2008 y volvieron a subir en 2009. El Birmingham levantaría su último trofeo el 27 de febrero de 2011 al ganar la Carling Cup al Arsenal por 2 a 1 con goles de Zigic y Martins. 



EL ASENTAMIENTO DE BASEBALL GROUND
 
El Derby County vio la luz en 1884 como una sección del equipo de cricket y su primer nombre fue Derbyshire County FC. Durante su existencia, los Rams conocieron sus mejores días bajo el mando de Brian Clough y Peter Taylor después de pasar unas duras épocas sin rumbo en la Segunda División y al borde de la quiebra económica. 

El Derby jugaba en un principio en el County Cricket Ground, conocido popularmente como Racecourse Ground, hasta que se mudó en 1895 al Baseball Ground, la que fue su casa durante 102 años y en la que quisieron permanecer aún teniendo la ocasión de trasladarse en los años 20 y en la década de los 40. 
El cambio de estadio conllevaba la expulsión de un asentamiento de gitanos que ocupaban la zona. Como los terrenos ya habían sido adquiridos por la directiva las quejas de los habitantes del lugar no sirvió para nada. Los gitanos lanzaron una maldición al Derby County para que no ganase un trofeo en toda su historia. 


La maldición gitana condenaba al Derby a no ganar un trofeo en todas su historia. Tuvieron que pasar 51 años hasta que logró conquistar un título
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¿Qué hay de real en esta maldición? Lo cierto es que, como era lógico, nadie le dio demasiada importancia en un principio. Pero pasados ocho años de la expulsión de los gitanos, el Derby County había perdido tres finales de FA Cup -1898, 1899 y 1903-, la última de ellas por un vergonzoso 6 a 0 a manos del Bury. 
El Derby era incapaz de ganar una liga y su aura de gran equipo se fue desvaneciendo. Afortunadamente, los Rams "solo" tuvieron que dejar pasar 51 años para conquistar un título. 

Jack Nicholas con el trofeo de la FA Cup conquistado frente al Charlton


¿Cómo terminar con tan terrible maldición? La situación del club era tan rocambolesca que cuando los Rams llegaron a su cuarta final de FA Cup, donde esperaba el Charlton, aparecieron en Wembley con los deberes hechos. 

El Derby envió a su capitán, Jack Nicholas, a encontrarse con una vidente gitana para pedir consejo sobre cómo contrarrestar la maldición. Se cuenta que a los jugadores se les ofreció una moneda de plata que debían colocar en las palmas de sus manos para atraer a la buena suerte. Verdad o leyenda, lo cierto es que el Derby County venció 4 a 1 al Charlton en un agónico partido que necesitó de una prórroga en la que la suerte cayó del lado de los Rams gracias a dos goles de Jackie Stamps. 

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