jueves, 8 de octubre de 2020

Fred Keenor: soldado y leyenda del Cardiff

 

El defensa galés sigue estando considerado como uno de los mejores jugadores que ha pasado por las filas del Cardiff City y acumuló más de 500 partidos en sus botas repartidos en 25 años. En su trayectoria se mezcló el tesón futbolístico con la participación en la Gran Guerra, donde estuvo a punto de perder una pierna. Afortunadamente, el conflicto bélico no le impidió regresar al club de su vida para auparlo a lo más alto de la historia copera inglesa.

Frederick Charles Keenor nació en Cardiff, Gales, el 31 de julio de 1894 y fue uno de los 11 hijos de Robert y Mary Keenor, un matrimonio de clase obrera que vivía en un suburbio de Roath.

Fred comenzó en el fútbol como muchas de las figuras de la época. Habiendo destacado en el equipo escolar de Adams Down, uno de sus profesores le propuso acudir a una prueba para entrar en el Cardiff en 1912 y, por supuesto, Fred la pasó, consiguiendo un contrato amateur con el club a los 17 años.

Un año después logró su primer contrato como profesional, aunque a pesar de cobrar 10 chelines semanales siguió trabajando como albañil porque, según sus palabras, recibir dos sueldos le hacía sentirse como un millonario.

Su debut oficial en partido de competición se produjo el 6 de diciembre de 1913 en la First Division contra el Exeter City, un encuentro que terminó con empate a uno. No sería hasta la temporada 1914-15 cuando Keenor se convirtió en un habitual en las alineaciones del Cardiff. Pero 1914 no fue precisamente un año bueno para nadie, ya que el 28 de julio había estallado la Primera Guerra Mundial. La temporada de 1914-15 fue la última antes de que el fútbol se suspendiese debido al conflicto bélico y el Cardiff finalizó tercero en la tabla de la First Division, aunque con unos graves problemas económicos que arrastraron durante un tiempo.

 

En 1915, varios periódicos locales se habían unido en un frente crítico contra el Cardiff, acusando al club de no haber participado lo suficiente en el denominado "esfuerzo de guerra". De hecho, el periódico Western Mail se negó durante un tiempo a realizar crónicas de los partidos del Cardiff.

Uno de los jugadores que menos críticas recibió fue Keenor, quien se consideraba un auténtico patriota. De hecho, se alistó en el ejército en febrero de 1915, cuando estaba en un plano ascendente futbolísticamente hablando.

Fred se unió al 17º Batallón de Middlesex, una unidad militar que fue popularmente conocida como el Batallón del Fútbol o el Batallón de los Futbolistas.

En el ejército se pudo ver que Keenor no era el mejor soldado con el rifle, siendo descrito por su sargento mayor como "el peor tirador que he visto en mi extensa carrera militar". Aún así, viajó con el resto del Batallón a Francia y se vio envuelto en la Batalla del Somme, una de las más sangrientas del conflicto.

En Somme fue donde Keenor resultó gravemente herido por fuego de artillería en su pierna izquierda, lo que le dejó prácticamente sin caminar durante bastante tiempo. La herida era tan grave que los médicos que le atendieron en primer lugar consideraron amputarle la pierna, aunque finalmente no lo hicieron.

Del Frente del Oeste fue trasladado a un hospital militar de Dublín donde pasó más de seis meses de rehabilitación. Después de aquello, su labor militar se redujo a instructor físico en la 5ª Brigada de la Reserva.

A pesar de su herida de guerra y de las numerosas recomendaciones que le aconsejaban no volver a patear un balón, Keenor regresó al fútbol, un deporte que no había abandonado del todo ya que durante los primeros años del conflicto bélico participó como invitado en el Brentford en el torneo no oficial denominado London Combination. 

En agosto de 1919 se reincorporó al Cardiff y vivió algunos de los años más gloriosos del club: el primer tour europeo por Austria y Alemania, el subcampeonato liguero de 1924, pero sobre todo la hazaña copera.

El Cardiff alcanzó la final de FA Cup de 1925, todo un logro, que perdieron en Wembley por un gol a cero contra el Sheffield United. En 1927, el club volvería a Wembley para jugar una final de FA Cup. En aquella ocasión, el Cardiff se enfrentó al Arsenal de Herbert Chapman y ganó 1-0 con un gol de Hughie Ferguson con Fred Keenor como capitán. El capitán del primer y único equipo no inglés que hasta la fecha ha levantado la FA Cup.

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